El maquinista, logicamente alterado y seguramente con un gran susto en el cuerpo, da aviso de que acaba de atropellar a una persona y da como dato que iba vestida con un esmoquin.
Tras alertar a las autoridades y acercarse hasta el lugar del suceso, se constata que dicha persona no era, nada más y nada menos, que un peluche

Logimente, el suceso no ha tenido mayores consecuencias que un retraso en los horarios de la línea (siento no poder especificar).
¿Alguien más ha escuchado esta noticia o sufro de alucinaciones auditivas?