Ayer estaba viendo el programa Callejeros (Cuatro), cuando aparecieron tres encapuchados dispuestos a hacer una demostración de gamberrismo. Gamberros, cobardes y cínicos en horario de máxima audiencia.
Contaban estos descerebrados que -"grafitar" trenes era lo más para sentir sensaciones excitantes-.
Lejos queda el puenting, el parapente, la escalada. Para este tipo de animales el orgasmo les llega cuando ensucian un bien público con su basura a la que ellos llaman arte.
Lo peor no es que existan estos imbéciles, lo penoso es que se les de un sólo minuto de gloria en televisión.
Buen ejemplo para los chavales que hayan visto el programa. El mensaje es claro: Si quieres vivencias al límite destroza lo público.
Un cero a los reporteros. En esta ocasión, como en tantas los periodista quedan a la altura del betún.
moregarjuan
encima a mi modelo de tren preferido 
